Es sabido que el atareado hombre postmoderno respira con un 30% de su capacidad pulmonar. Se verifica muy fácilmente al comparar el hundimiento del diafragma de un bebé con el de un adulto. Los bebes y niños pequeños aún conservan el buen hábito de respirar llenando el abdomen y esto los favorece enormemente.
Las células de todo nuestro organismo se alimentan, entre otras cosas, de oxigeno, con lo cual, cuanto más nutrimos a nuestro cuerpo de este recurso irreemplazable, mas rápido serán renovadas.
Cada ritmo respiratorio esta asociado psicologicamente a una emoción determinada. Con practica podemos notar como podemos cambiar nuestra percepción de las situaciones externas y de nuestra propia percepción.
La respiración es la única función del ser humano que puede regularse y que, al mismo tiempo, funciona de manera inconsciente. Los latidos del corazón, las incontables funciones del riñón, y hasta los movimientos del sistema digestivo actúan por reflejo, sin opción de ser alterados por nuestra consciencia. Por eso es que la respiración es la puerta para conectarnos de vuelta con el cuerpo, donde habitan las emociones.
El camino es inverso, desde el cuerpo modificamos el sentir y el pensar.
Comments